domingo, julio 15, 2007

Un verano no verano

Para ser sincera, éste es el verano más extraño de la historia de mi vida. No sé si una definición mejor sería un "no-invierno" o un "no-otoño". Sin embargo, esto no entra en mi concepto mental de verano, el cual va más allá de equinoccios y solsticios respectivos en hemisferios opuestos.

Para muestra, varios botones:
  • Neblinas, lluvias, garúas, vientos fríos
  • Me falta mi hermoso mar que le da sentido a mis fines de semana veraniegos
  • La diferencia es que ahora puedo salir por la ciudad, cosa en el invierno no puedo hacer (en el invierno no se puede salir a ninguna parte) - en mi amada ciudad siempre puedo salir, a pesar de las neblinas, las garúas y el frío que se mete a los huesos
  • Estoy igual de blanca que cuando salí de Lima y su invierno más helado que nunca
  • Me faltan las carretillas amarillas de D'onofio que me traían puntuales mis Sandwich de chocolate

La única diferencia son unas horas de sol eternas que me descuadran el día porque pienso que es más temprano de lo que realmente es y luego ya tengo que dormir. Pienso que puedo hacer más cosas y luego veo el reloj y vuelvo a la realidad en la que tengo que irme a acostar no tan tarde para trabajar al día siguiente.

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