jueves, octubre 12, 2006

Primeras nieves, primeras tristezas

Hoy tuvimos nuestra primera nevada en Toronto. Bueno, nevada es un decir, porque más que eso fue una "escarchada". La temperatura se bajó terriblemente hoy y dado que el viento estaba a -1°C, ya comenzaron a caer esas primeras nieves (que me están obligando a imprimir en mi casa porque hace demasiado frío como para salir!).

Sobre lo otro, la RC ha estado atravesando sus primeros dilemas hamletianos sobre el hecho de estar aquí en el programa, sobre el hecho de estar aquí en Toronto, y sobre todo sobre el hecho de no estar allá en Lima, de todo lo que dejó atrás y los sacrificios que hace por "el cartón". Como todo lo nuevo en la vida, luego de la euforia de la novedad vienen las primeras desilusiones. Algunas no han causado tanta extrañeza, como comprobar que lamentablemente, a pesar de todo lo que dicen, de tanto floro sobre diversidad, sigue existiendo discriminación. Las otras, que duelen, es el ver cómo el estar bajo ese cartel de "International" (a pesar de tener la residencia -que simplemente no es más que un trámite legal) es un peso tan grande y que fuerza a uno a trabajar el doble para todo: para las tareas (sobre todo con profesores abiertamente discriminatorios como el de Conta), para conseguir prácticas (hay que eliminar prácticamente el que uno habla español, el que uno estudió en un paisucho X y que trabajó en el mismo paisucho X -nota: el peyorativo trata de reflejar la sensación del "mercado canadiense"), y en algunos casos hasta para las amistades (demasiadas "argollitas"). A eso se le suma mi "familia disfuncional", es decir mi grupo impuesto en el famoso curso de Management, el que terminó explotando la semana pasada. Aparentemente las cosas se han calmado un poco hoy pero finalmente no ha habido ese closure que es necesario para seguir adelante.

Encima uno se toma el trabajo de ir a todas las charlas de prospectos de chamba para que venga un tipo arrogante a hacerse el sabelotodo y a burlarse de aquellos que no conocen los datos locales. Eso sí ya ni siquiera quedó en discriminación, sino que ya llegó a ser humillación.

A todo eso, hay que sumarle la desilusión, que siempre ocurre, de cuando la realidad te demuestra que según ciertos estándares no eras tan bueno como toda la vida creíste. Tus notas te dicen lo contrario, tu grupo te dice lo contrario, tus avances te dicen lo contrario. Asumir eso realmente duele, sobre todo cuando ves que gente que pareciera no aportar en términos prácticos en la clase saca mejor nota que uno ya sea por errores tontos o peor aún, por discriminación del profesor.

Y finalmente, es el sentirse pobre, tan pobre, que uno duda en darse un antojo porque no tiene con qué vivir más que para un año. Hacer el trade-off entre un muffin y un pasaje es algo a lo que nunca estuve acostumbrada y que me cuesta sobremanera. Eso duele, sobre todo cuando en Lima no tenía restricciones al respecto y todo funcionaba de manera más fácil (sobre todo porque cada quincena mi cuenta se teñía de azulito.... y cómo estoy extrañando ese azulito!!).

Hablando de closure, es lo que intento hacer con este post en mi blog. Estoy buscando ese cierre, dado que ha sido mucha carga para tan poco tiempo y no he tenido un momento como para hacer autorreconciliación. Necesito sentirme liberada de la carga existencial que ha representado el iniciar este programa, el ver que hay tanto por hacer y tan poco tiempo en mis manos. Espero finalmente salir victoriosa de esta "aventura" porque, realmente, las cosas comienzan a cansar... y realmente extraño a profundidad muchas de las personas, animalito :P y cosas que dejé atrás.

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