Hoy hay una tormenta terrible de nieve y lluvia helada. Los vientos suenan en la ventana dado que están a 60 Km/h. Hay nieve por todas partes y no se puede ver bien por dónde caminar o por dónde manejar. Todas las actividades de gente razonable han sido suspendidas hoy.
¿Por qué el énfasis en gente razonable? Simplemente porque aquí en la universidad no han suspendido nada. Muchos de mi clase llegaron tarde y asustados pensando que ya había empezado el parcial que debieron cancelar. Por suerte, el profesor sí fue razonable (será porque contra su voluntad también le hicieron ir y demorarse 2 horas y media manejando) y tomó el parcial en la segunda mitad de la clase (que para esto fue tan desastroso como el clima).
La verdad que con el decano incompetente que tenemos en Schulich, no me extraña que la seguridad de los alumnos y los profesores no sea una preocupación. Lo más paradójico, por decirlo de alguna manera eufemística, fue que todas las autoridades encargadas de decretar la cancelación o postergación no estaban hoy en la escuela. ¡Qué casualidad! Me los imagino con sus pantuflas, en su casa, viendo televisión y tomando chocolate caliente. Incluso Seneca, el college que está dentro de York, ya había cerrado sus actividades antes de la hora. Todos menos York. Por qué será que esta situación no me extraña en lo absoluto...
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