Un poco de inspiración: el arbolito de mi puerta

En la puerta de mi depa hay un arbolito chiquito y (ahora) pelado (creo que en la foto de invierno de hace algunos posts sale el arbolito en cuestión). Al arbolito en cuestión lo he visto pasar desde los verdores del final del verano hasta ahora que tiene solamente un par de hojitas. Hoy, como puse en mi post anterior, hay una tormenta de invierno terrible, que está mutando de nieve a hielo a lluvia. Hay unos vientos asquerosos de 60 km/h que azotan al pobre arbolito y que han cubierto sus ramas con varias láminas de hielo. Sin embargo, el arbolito resiste a todos los golpes. No deja caer ni una sola de sus ramas y mantiene sus tres hojitas a pesar del viento y los hielos. Incluso al árbol grande del frente ya se le cayó una rama, pero no al arbolito, que incluso tiene las raíces cubiertas de hielo.

El estar mirando al arbolito en la tormenta me ha hecho pensar un poco sobre mi situación. Este arbolito está sobreviviendo todas las durezas del invierno, tratando de resistir todos los golpes y los embates de la tormenta, superando las raíces congeladas, con la esperanza de una primavera que, si bien parece lejana, debe llegar en los próximos meses. Al ver al arbolito, no pude más que pensar que, si este pequeño y delgadito arbolito tiene la resistencia para sobrevivir todo esto, yo debo seguir su ejemplo y soportar todo el hielo, nieve y vientos que me está trayendo la vida porque en algún momento finalmente llegará la primavera y todo cambiará... a pesar de que pareciera que en cualquier momento me vengo abajo completamente por la fuerza de los elementos negativos, tengo que seguir enraízada, a pesar de que me duelan las raíces del frío, de que parezcan estar atrapadas en una capa del hielo, de que el viento parezca llevarme en cualquier momento... tengo que aprender del arbolito.