sábado, mayo 06, 2006

Crónica de viaje: San Andrés, Colombia - Día 2

Luego del sueño reparador y necesario y un desayuno excelente en el restaurante buffet (Barracuda), el segundo día fue para conocer el hotel y sus facilidades. Primero fuimos a ver la piscina, la cual concentra la mayor parte de los huéspedes en la mañana. Luego, dado que queríamos estar más tranquilas, nos dirigimos a la "piscina artificial" (nuevamente, ver foto de la izquierda). Ésta es un "pedazo" de mar que ha sido encuadrado entre un muelle y unas boyas y que ha sido nivelado de modo que casi todo tiene la misma profundidad. Esta piscina tiene un ambiente más relajado (y también, por lo general, más "mayorcito"). Lo bonito de esta piscina marina es que uno puede bucear y ver pececitos, cangrejos, y los abundantes yuyos (algas como grass) marinos que están por todas partes. Aprovechamos también para probar los tragos de los bares, los cuales lamentablemente también fueron una decepción. La proporción de los ingredientes de las mezclas no era la adecuada. Definitivamente, en otros hoteles de la cadena, como en el de Panamá, los tragos son mucho mejores.

En la tarde, habíamos tomado el tour de "vuelta a la isla". San Andrés es una isla muy pequeña que puede ser recorrida completamente en dos horas. Dicho tour se realiza en un bus bien artesanal llamado La Chiva (no apto para aquellos que no les gusta saltar), cuya carrocería es de madera y para bajar tiene unas gradas de madera que tienen una diferencia considerable con el piso. El tour comienza recogiendo a todos los de los hoteles Decameron y luego enrumba hacia el mirador de San Andrés, que está en el punto más "alto" de toda la isla (120 m!!), llamado Orange Hill. Desde ese lugar (que se encuentra en el tercer piso de un hotel) se ven los denominados siete colores del mar de San Andrés (yo no los he contado, pero por lo menos más de 4 de hecho hay - ver foto) . Ahí uno se comienza a dar cuenta de la influencia jamaiquina en la isla dado que aparece la música reggae y los supuestos "rastas".

Luego el tour continúa por la llamada "Casa típica" (una casa de madera de arquitectura británica del siglo pasado), por la Cueva del Pirata (todo en esta isla se encuentra relacionado con el pirata Henry Morgan), por la "Piscina Natural" (al otro lado de la isla donde el mar es muchísimo más profundo, de 10 m aproximadamente) y por el Hoyo Soplador (una especie de geyser marino que solamente funciona en ciertas circunstancias de marea y viento - la verdad que a nosotros nunca nos funcionó!!).

¿Resumen? El tour de la isla está bien como cultura general, pero lo único que me impresionó fue la vista del mirador (tampoco el mirador) y la piscina natural, la cual sí creo que le falta tiempo dentro del tour. Le daría 3 estrellas (supongo que mi mamá, que terminó muy lastimada con la chiva, le daría hasta menos!!).

En el siguiente post: El día 3, con el tour espectacular denominado Acuario - Johnny Cay. Ese día valió la pena como tour y hace que todo el viaje valga la pena...

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