domingo, mayo 28, 2006

Cuestionario U2niano

Cuestionario tomado del blog de: Cielo Gris (http://cielolima.blogspot.com/)
1. Escoge una banda / artista y responde sólo con títulos de sus canciones:
U2 (no creo que podría con otra!!)

2. ¿Eres hombre o mujer?
Lady with the Spinning Head

3. Descríbete:
The Fly

4. ¿Qué sienten las personas acerca de ti?
Where Did It All Go Wrong?

5. ¿Cómo te sientes de ti mismo?
Electrical Storm

6. ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?
Mofo

7.Describe la relación con tu actual novio / novia o pretendiente:
Two Hearts Beat As One

8. ¿Dónde quisieras estar ahora?
City of Blinding Lights

9. ¿Cómo eres con respecto al amor?
The Sweetest Thing

10. ¿Cómo es tu vida?
Stuck In A Moment You Can't Get Out Of

11. ¿Qué pedirías si tuvieras un solo o varios deseo/s?
Fast Cars

12. Escribe alguna cita o frase sabia.
Sometimes You Can't Make It On Your Own

13. Ahora despídete
40
"How long... to sing this song... how long... how long"

sábado, mayo 13, 2006

Crónica de viaje: San Andrés, Colombia - Día 3

Nuestro tercer día en San Andrés comenzó relativamente temprano (8 am) y, aprovechando el tiempo, decidimos comprar zapatillas impermeables. Fue muy buena decisión!! (más abajo describiré por qué).

Para ese día (domingo) nos habíamos inscrito en un tour llamado Acuario - Johnny Cay, que había sido altamente recomendado tanto en la isla como antes de partir. Para ello, había que caminar hasta el muelle, que estaba como a 2 cuadras del hotel. La salida fue muy rápida, ordenada y puntual, lo que vale resaltar.

La primera parada fue la isla denominada Acuario (el camino fue muy corto, menos de 15 minutos), donde nos explicaron que se podrían ver a los peces nadar en el mar en una profundidad muy baja buceando o incluso solamente metiendo la cara al agua con una máscara del tipo snorkel. Para ello, nos ofrecieron alquilar casilleros para guardar nuestras cosas y también máscaras snorkel para los que las deseaban. Luego de acordar la hora de regeso (11:30 am), nos dejaron libres para observar los peces. Salimos entonces del pequeño restaurantito donde nos dieron la charla y ¡oh sorpresa! descubrimos que efectivamente, el suelo del "Acuario" era rocoso y que si no hubiésemos comprado las zapatillas marinas, nunca hubiéramos podido pasear por la playa tras los pececitos de colores dando vueltas por la zona de mar bajito que cubre esa parte de la isla.

Ésta fue la parada más interesante y divertida, donde estuvimos muchísimo tiempo observando los pececitos. Tan entretenida fue esta isla que la Ratita Cuqui se olvidó de que estaba con su reloj muy citadino y se puso a bucear con él (hasta darse cuenta de que lo tenía puesto), detrás de pececitos de colores. No solamente seguir a los pececitos era divertido, sino que también el agua azul de distintas tonalidades era interesante de ver. Había también diferentes profundidades, lo que permitía ver peces variados (incluso un tiburón! pero el pobre estaba echado, tranquilo bajo una roca -creo que no conocía otro mundo que su roca y los pececitos amarillos que los rodeaban). Las fotos serían mejores si hubiese tenido una cámara acuática :( pero al menos algunos pececitos se dignaron a posar para la cámara como el que se encuentra en la foto.

Luego de jugar con los pececitos y pasear por la playa (había también gente que ya no quería ver pececitos y se tiraba al sol), salimos a la isla llamada Johnny Cay. Llegamos cerca de las 12 m en la misma lancha que nos llevó a la isla anterior. Ahí nos recibió un patita rasta que nos explicó cómo funcionaban los servicios en la mini isla (guardado en casilleros, mini barcito, restaurante -donde solamente vendían el pescado con arroz con coco, que se veía rico pero que no probamos, y los pequeños puestitos de artesanía y las clásicas fotos). Luego nos dejaron libres para pasear y nadar en la playa, con la opción de salir 1:30 pm o 3:00 pm.

Si bien la playa, en términos de área de arena, es pequeña, es conocida como la más bonita de San Andrés. En ella se pueden ver los distintos colores del mar de San Andrés (los famosos siete colores que se presentan en el mirador). Cuenta también con las famosas arenas blancas que distinguen a las playas de esa zona del Atlántico. Además, las palmeritas le dan todo ese aspecto de paraíso tropical (referencia Pokémon - canción Brock :P). El mar tiene las suficientes olitas como para que sea divertido bañarse en él. Ah, eso sí, el agua es bastante salada y es mejor llevar lentes acuáticos para evitar irritaciones oculares. Por otro lado, para los interesados, hay bananas y botecitos con fondo de vidrio para pasear. Si no, flotar en el mar panza arriba también es una buena opción :) Por último, se puede dar vueltas por la isla (que es chiquita) para ver la parte de "vegetación" que cubre la parte de atrás de la isla. Como paisaje, es realmente precioso. Tiene muchísimos lugares de ésos que solamente aparecen en "calendarios caribeños" o en los salvapantallas de playas.

Luego de 1 hora y media, regresamos nuevamente al muelle (para llegar a almorzar, si no nos quedábamos sin almuerzo y finalmente hubiéramos tenido que comer solamente snacks). Luego de un abundante y delicioso almuerzo buffet, y del descansito respectivo, decidimos utilizar el servicio que brinda la cadena Decameron de transporte entre hoteles. Nos habían dicho que la mejor playa de la cadena se encontraba en el hotel Decameron Isleño, por lo cual decidimos ir para allí a conocerla. Luego de una ida de aproximadamente 7 minutos en un taxi, llegamos con nuestra toallita azul a la playa. Tuvimos la suerte de encontrar un pequeño toldito con dos sillas vacías como para dejar nuestras cositas e irnos al mar. En esta parte el mar es incluso más relajado (pero se hace más profundo más rápido) y se puede estar mucho rato dentro de él; tanto así, que había gente que incluso se ponía a conversar y se quedaba como si fuera un bar mucho, pero mucho rato sumergidos. Además, como se puede ver en la foto, se observa hacia el frente directamente la isla de Johnny Cay. Nuevamente se pueden apreciar los distintos tonos de azul y turquesa del mar caribeño.

El regreso al hotel no fue tan suave como la ida. Para el regreso, vino a recogernos la misma "chiva" del día anterior, la cual se llenó al toque y dejó a varios pasajeros sin transporte (incluyéndonos). Sin embargo (y para suerte nuestra), a los que nos quedamos varados nos mandaron en taxi, lo cual fue mucho más cómodo y rápido que ir con la famosa chiva (y con menos probabilidad de golpe :D). Luego de una bañadita y una mini descansada, nos fuimos a cenar al restaurante de pescados y mariscos del hotel. En este punto, quiero aclarar que para cenar en cualquiera de los restaurantes se debe reservar obligatoriamente. El primero que se acaba es el de parrilla y luego el de mariscos. Éste último resultó bastante bueno. Sirven unos platos bastante grandes y tenían opciones relativamente "gourmetosas".

Luego, nuevamente nos fuimos al show y... a prepararnos para empacar. ¡Qué rápido pasó el tiempo!

sábado, mayo 06, 2006

Crónica de viaje: San Andrés, Colombia - Día 2

Luego del sueño reparador y necesario y un desayuno excelente en el restaurante buffet (Barracuda), el segundo día fue para conocer el hotel y sus facilidades. Primero fuimos a ver la piscina, la cual concentra la mayor parte de los huéspedes en la mañana. Luego, dado que queríamos estar más tranquilas, nos dirigimos a la "piscina artificial" (nuevamente, ver foto de la izquierda). Ésta es un "pedazo" de mar que ha sido encuadrado entre un muelle y unas boyas y que ha sido nivelado de modo que casi todo tiene la misma profundidad. Esta piscina tiene un ambiente más relajado (y también, por lo general, más "mayorcito"). Lo bonito de esta piscina marina es que uno puede bucear y ver pececitos, cangrejos, y los abundantes yuyos (algas como grass) marinos que están por todas partes. Aprovechamos también para probar los tragos de los bares, los cuales lamentablemente también fueron una decepción. La proporción de los ingredientes de las mezclas no era la adecuada. Definitivamente, en otros hoteles de la cadena, como en el de Panamá, los tragos son mucho mejores.

En la tarde, habíamos tomado el tour de "vuelta a la isla". San Andrés es una isla muy pequeña que puede ser recorrida completamente en dos horas. Dicho tour se realiza en un bus bien artesanal llamado La Chiva (no apto para aquellos que no les gusta saltar), cuya carrocería es de madera y para bajar tiene unas gradas de madera que tienen una diferencia considerable con el piso. El tour comienza recogiendo a todos los de los hoteles Decameron y luego enrumba hacia el mirador de San Andrés, que está en el punto más "alto" de toda la isla (120 m!!), llamado Orange Hill. Desde ese lugar (que se encuentra en el tercer piso de un hotel) se ven los denominados siete colores del mar de San Andrés (yo no los he contado, pero por lo menos más de 4 de hecho hay - ver foto) . Ahí uno se comienza a dar cuenta de la influencia jamaiquina en la isla dado que aparece la música reggae y los supuestos "rastas".

Luego el tour continúa por la llamada "Casa típica" (una casa de madera de arquitectura británica del siglo pasado), por la Cueva del Pirata (todo en esta isla se encuentra relacionado con el pirata Henry Morgan), por la "Piscina Natural" (al otro lado de la isla donde el mar es muchísimo más profundo, de 10 m aproximadamente) y por el Hoyo Soplador (una especie de geyser marino que solamente funciona en ciertas circunstancias de marea y viento - la verdad que a nosotros nunca nos funcionó!!).

¿Resumen? El tour de la isla está bien como cultura general, pero lo único que me impresionó fue la vista del mirador (tampoco el mirador) y la piscina natural, la cual sí creo que le falta tiempo dentro del tour. Le daría 3 estrellas (supongo que mi mamá, que terminó muy lastimada con la chiva, le daría hasta menos!!).

En el siguiente post: El día 3, con el tour espectacular denominado Acuario - Johnny Cay. Ese día valió la pena como tour y hace que todo el viaje valga la pena...

Crónica de viaje: San Andrés, Colombia - Día 1

La Ratita Cuqui ha estado desactualizada porque la Ratita ha estado de viaje con pocas posibilidades de ingresar a Internet. Del 28 de abril al 1 de mayo, la Ratita ha estado en la Isla de San Andrés, que si bien es territorio colombiano, se encuentra frente a las costas de Nicaragua en el Atlántico, justo al Sur de Jamaica. Se hospedó en el Super Decameron Aquarium, el cual es uno de los todo incluido que tiene la cadena Decameron en la isla.

El viaje desde Lima parte recontra temprano, a las 6:30 de la mañana. Tiene una parada corta en Panamá casi solamente como para cambiar de avión (1 hora). Luego el viaje a San Andrés es recontra cortito, de 45 minutos. El aeropuerto es poco feliz, le falta aún mucha infraestructura (podrían empezar por ponerle ventiladores de techo por lo menos) y a ello se le suma que lamentablemente aún la cadena Decameron no ha comprado buses o camionetas propios para el transporte entre el aeropuerto y el hotel, por lo cual aprietan a los huéspedes en los taxis locales. Apenas uno llega, además, es acosado por maleteros buscando propina.

El hotel Aquarium se encuentra muy cerca del aeropuerto, entre 5 - 10 minutos en auto. El check in es relativamente tarde, a las 3 pm, por lo cual entre que uno llega y que a uno le dan el cuarto, pasan como dos horas. Lo malo es que tampoco se puede ir a almorzar al buffet "oficial" del hotel y solamente dan un "almuerzo de bienvenida" que, como buffet, es bien pobre (4 platos que son nada espectaculares).

Luego de la charla previa del uso de las facilidades del hotel, y de la venta de los tours respectivos, por fin uno obtiene su llave y es llevado a los cuartos. Estos sí son bastante bonitos. La mayoría de ellos tiene vista al mar dado que se encuentran ubicados en torres circulares sobre el mar, en un nivel bastante bajito (ver la foto - aunque hay cuartos que están más metidos y que no tienen la vista que se observa en la foto de al lado). Tienen asimismo un balcón con un par de sillas, lo cual también es un toque bastante simpático. En lo demás, el cuarto tiene un tamaño suficiente, ni muy grande ni muy pequeño. El baño sí es bastante pequeñito pero para lo poco que uno está en el cuarto, no da problemas. Por otro lado, el complejo no es tan grande, por lo que si uno no está cerca de la piscina, está cerca del mar (de la piscina artificial).

En la noche, luego de instalarnos y dormir un poquito, fuimos a cenar al restaurant que ofrece buffets. Cabe aclarar que en este caso, como en muchos todo incluido, hay que reservar con anterioridad para poder cenar. Lo que no tenemos muy claro es por qué el restaurant de buffets tiene tan poca demanda si es excelente! La primera vez nos tocó un buffet mexicano, que es el que se muestra en la foto de al lado. Levantó nuestras expectativas respecto del triste buffet del almuerzo (el que nos había hecho preocupar debido a la calidad poco feliz).

jueves, mayo 04, 2006

amo/odio

Me gustó esta oposición que salió en la revista peruana Etiqueta Negra y quise hacer la primera versión al azar de lo que se me fue ocurriendo: