sábado, abril 08, 2006

No quisiera ser boca salada pero...

...estoy deprimida por el suicidio que mi pais pareciera estar a punto de cometer. Me entristece ver tanta gente resentida y llena de odio que se identifica con una opción como Ollanta (lo que de alguna manera es comprensible debido al nivel de exclusión y discriminación en el pais) y gente que se deja engañar por el mismo viejo discurso gastado de Alan, que no sé en qué mundo vive al dirigirse a "menores tarifas y a 8 horas" (habrá que recordarle que vive en un país donde la falta de servicios públicos en los hogares y la falta de empleos son buena parte de la tarea pendiente de quien vaya a ingresar como presidente). Me da pena que la gente no cuente ni con la suficiente información ni con el suficiente conocimiento básico de cómo funciona la economía y que ningún candidato (ni Lourdes) se haya preocupado de cómo explicarlo de manera sencilla como para que el peruano promedio pueda contribuir a hacer crecer y progresar su país, en vez de dividirlo más y empobrecerlo más aún. Es indignante la mentalidad de "si yo estoy mal, tú también deberás estarlo" (¿por qué no pensar a la inversa?) -en esos momentos los slogans de los camiones de "tu envidia es mi progreso" cobran una dimensión lógica inmensa (y triste). El voto de mañana puede ser una muestra clara de que, efectivamente, el 80% de peruanos no comprende bien lo que lee.

Qué triste es tener un empate técnico entre "lo decentemente razonable, lo peor y lo pésimo" (no incluyo al "malo" porque ése es el que nos gobernó este quinquenio)... ¿Nunca tendremos un buen candidato por quien uno se sienta feliz y entusiasmado al votar? Mi esperanza en relación con estos comicios es definitivamente cercana a nula.

3 comentarios:

Barbebronce dijo...

Somos resentidos porque los que no son obreros o serranos nos joden de todas las formas que su chiquito espíritu puede. Y el daño que realizan esos desadaptados que no aman al prójimo, no respetan sus necesidades, derechos e intereses, que lo dominan, explotan y humillan, digo, ese daño, llega hasta nuestros hijos.
¿Cómo no ser resentidos ?

La Ratita Cuqui dijo...

Con resentimiento y odio solamente se profundizan las divisiones que ya existen y hacen tanto daño al país. Todo peruano que ame a su patria debería poner el hombro en un gran esfuerzo de reconciliación e integración y dejar de pensar en su mundo pequeño e individual para ver a ese gran territorio poblado de tantos habitantes diversos con distintas necesidades.

Barbebronce dijo...

Eso queremos, que la diferencia de clases sociales sea cada vez màs clara. Que el pueblo sepa que es explotado y advierta quièn lo explota.
Edgar. edgust(a)hotmail.com