Un ángel perruno :(

Hoy se fue de este mundo terrenal nuestro querido Lucky (22/3/90 - 02/3/06), una mezcla maravillosa de fox terrier con schnauzer, casi a los 16 años. Ya estaba muy viejito y tenía muchísimos problemas de salud, los cuales se fueron agravando (especialmente esta semana) y sufría mucho. Antes de que le cayeran encima tantos años (porque realmente ha sido un perro longevo!), nuestro Lucky era un caballero en sí mismo: siempre se condujo de manera muy "proper" (menos en su último año donde ya estaba muy mal), tanto así que se limpiaba la boca luego de comer (con la cortina, ja, ja!). Cuando salía a la calle, no quería demostrar que era viejito así que se ponía totalmente derechito y hasta saltaba. Le tenía miedo a los cohetones de año nuevo y por eso se escondía en el aloe (y salía verde :D). En la foto de al lado tiene "solamente" 14 años.

Lucky, que tuviste suerte al caer desde las escaleras a la canasta de mercado. De ahí le cogiste un miedo tremendo a la escalera de caracol

y solamente llegabas hasta la mitad. Eras miedoso y nervioso; en eso te parecías muchísimo a tu familia humana, que te adoptó cuando cabías en una pantufla talla 36 y te quedabas dormido ahí. Mi hermana la hermana te hacía dormir en su cuarto cuando eras pequeñito. Luego mi obachan se convirtió prácticamente en tu mamá porque se quedaba contigo cuando nos íbamos al colegio. Me acuerdo cómo te subías a mi cama para chismosear cuando salíamos porque nos hacías tanto escándalo que no nos dejabas salir tranquilas. Tampoco olvidaré jamás aquel día de colegio en el que mi tío nos vino a recoger y te escapaste. Te fuiste hasta la callecita que está ahí nomás de la casa pero igual nunca voy a olvidar lo preocupada que estaba y cómo llamé a casa a preguntar por ti porque tenía muchísimo miedo de que te perdieras. Luego me acompañabas a estudiar Filo en mis años en la UP (y también te comías todos mis borradores blancos de lapiz -todos estaban mordisqueados- y las piezas de rompecabezas de mi mamá). Me acuerdo de que le llevabas bronca a las palomas y que hubo un incidente de película hindú con una familia de palomitas de la casa. Tampoco olvidaré jamás el día en que vinieron todas mis amigas de la UP a estudiar Informática II y que te pusieron la gloriosa chapa de "Lotus Terrier" (alucina que estudiábamos Lotus 123 y FoxPro!! más viejas!! :D), y que me preguntan por ti hasta ahora con esa chapa. Ese día hubo apagón :D :D. Tampoco me olvidaré de las chapas que te pusimos a lo largo de tu vida: corderito, robitussin y, claro, cómo no, Puchuqui, el Puchuqui Matatuqui, siempre serás un Puchus en nuestro corazón. Tú iniciaste la tradición de las chapas extrañas de los perros de la casa (todo porque a mi mamá se le ocurrió esa chapa extraña) que hasta ahora se mantiene con el popular Borochito (aka Ranita Cuqui, featured before here). Te mareabas en el carro, especialmente cuando te llevábamos a ver a tu otro veterinario (no el de ahora que los ha salvado de muchas!). Me acuerdo de la vez que quisimos poner la huella de tu patita y tú, siempre terco, siempre rebelde, no quisiste. Creo que no nos dejaste ni siquiera usar el tampón. Me acuerdo también de cuando regresé de intercambio y te encontré GRANDE, no podía creer cuánto habías crecido en dos meses y medio!! Luego cuando comenzó el año de colegio (y yo con mi peinado desastre en foto impublicable) te tomaste foto con nosotras. La hermana en 3er grado y yo en III de Media. Tú tenías un año solamente... quién puede creer que el tiempo se vaya tan rápido. Tú nos has visto crecer; me viste hacerme profesional; ahora voy a hacer mi maestría y te la voy a dedicar también. En mis amanecidas me acordaré de cómo me acompañabas y le pediré al Cielo de los Perros que te deje estar conmigo, como presencia, mientras estudio de nuevo y me desvelo. Cómo olvidar que siempre me defendías cuando me peleaba con mi mamá... creo que sabías quién era la débil :D. Tampoco olvido ese incidente "impasse" que tuvimos cuando te quise acariciar con el pie (ya tenías 12 años) y me mordiste pensando que te iba a hacer daño. Luego recuerdo tu mirada preocupada y que me seguías a todos sitios mientras yo curaba mi dedo herido (y que me paltée horrible con la sangre, ja, ja! eso no lo olvido tampoco ah!).

Tantos recuerdos, mi querido Luckito. Ahora descansarás junto a tu aloe que te protegía en cada Año Nuevo. Cada 31 nos acordaremos que cuando otros visten de amarillo, tú vestías de verde. Quizás era para darnos esperanzas sobre el nuevo año (aunque también te podemos pedir ahora que nos des "verdes" que los necesitamos con urgencia, ja, ja!).

Tu familia humana nunca te olvidará... vivirás siempre en nosotros como el primer perrito que nos conquistó con sus gracias, su sensibilidad, su elegancia y su inteligencia. Te querremos siempre; esperamos que seas nuestro angelito perruno y que nos cuides siempre como lo hacías tan bien cuando estuviste físicamente con nosotros.